Año: 1990, Fallos: 313:303 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina

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Antetal circunstancia, el Ministerio de Bienestar Social de la provincia se comunicó telefónicamente con la empresa actora, la que inmediatamente dispuso colaborar en la investigación de los hechos para lo cual envió a los Dres. Horacio Belcuore y Rodolfo Moreno a la provincia, quienes participaron en las diligencias llevadas a cabo. Entre éstas, señala las que se destacan en las actuaciones policiales asentadas en cl expediente N° 374.

Paralciamente, los profesionales citados, conjuntamente con los Sres, Saravia y Fiad, visitadores de la zona, concurrieron al depósito de Mil Millas. donde un empleado de la firma. el Sr. Tolay, le hizo saber que el camión que había transportado el envío había llegado el 26 de diciembre y que parte de la mercadería se había mojado en el trayecto, entre ella, dos cajas que contenían Bonalac, razón por la cual los envases de cartón que las contenían fueron arrojados al río, entregándose las latas sueltas al hospital el 28 de diciembre por la mañana. En csa visita comprobaron un fuerte olor a agentes químicos y la existencia de latas de herbicida.

En el mismo día concurricron, autorizados por el juez interviniente, al Hospital Pablo Soria. Allf se reunieron con sus autoridades y otros funcionarios para realizar una verificación en el recinto de la farmacia donde comprobaron la ubicación de las latas de leche ylos productos dietéticos en estanterías metálicas y detrás de la mesa escritorio del encargado de recepción. También sc les indicó el lugar donde se había colocado el Bonalac, que sc encontraba vacío porque el magistrado había dispuesto su incautación.

En esos estantes había manchas marrones y un olor penetrante, razón por la cual se practicó un hisopado para analizar la cualidad de la sustancia respectiva. A continuación, visitaron la oficina del vicedirector del hospital. donde se había depositado el producto secuestrado. Al ingresar, todos los presentes percibieron de inmediato un fuerte olor pestilente similar al de los pesticidas fosforados al punto que varios de los asistentes, sufrieron, después de la inspección, dolor de garganta, de cabeza, y picazón enlos labios y lengua. Se pudo comprobar nesa visita la existencia de dos grupos de latas de Bonalac de 1 kg. cada una, uno de los cuales sumaba alrededor de veinte, cuyo fondo estaba marcado con punteaduras pequeñas de color gris ocuro y muchas con la litografía identificatoria manchada de amarillo en la base. Estas latas presentaban chorreaduras y despedían un fuerte olor a pesticida. El restante, en cambio, de más de 60 a 70 latas no tenía manchas ni despedía olor.

Todas las latas, estuvieran o no manchadas, tenían en el fondo escrita con pintura oscura la sigla Fcia., lá que. según sc les informó, es colocada por los empleados de la farmacia una vez aprobada la recepción del producto y con fines de control interno en el Servicio de Neonatología. En ese momento se comentó la conducta del personal hospitalario que había recibido el producto con fuerte olor sin devolverlo al transportista y procedió a identificarlo de la manera ya indicada. lo que supone un contacto relativamente prolongado con los envases que les hubicra permitido advertir su condición irregular.

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