Año: 1863, Fallos: 1:188 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina

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la Dignidad de Arzobispo ú Obispo, procediendo en estos espedientes con arregle á la institucion de nuestro prodecesor, de feliz memoria, Urbano VIII del año MDCXXVIL. Por último, para que mas honorificamente uses del encargo que te conferimos, te damos facultad para nombrar ú treinta celesiásticos cuando mas, y que estén adornados de piedad, saber y otras cnalidades notables, y que ademas sean beneméritos de la Iglesia, en clase de Pretonotarios Apostólicos, honorarios ó titulares, con todos los derechos, perogativas y gracias, de que usan los demas Prolonotarios Apostólicos, segun la Constitucion de nuestro predecesor Pio VIII, de felizmemoria, dado 4 XIII de Diciembre de MDCCCXIX, para que usen y gocen ó puedan usar y gozar de ellos. Queremos que los que con tal nombramiento" fuesen distinguidos, antes de empezar a hacer uso de esta concesion, hagan profesion de fe ante un eclesidstico constitudo en Dignidad, segun los artículos prescrilos por esta Santa Sede, y se obliguen por el acostumbrado juramento de fidelidad. Tú deberis instruir con diligencia 4 nuestro querido hijo el Cardonal Secretario de Breves Pontificios, de todos aquellos de quienes juzgues que deben ser promovidos 4 tal honor. Estas son, Venerable Hermano, las facultades que hemos creido deber concedgrte, para que mas fácil y ámpliamente puedas desempeñar el gravísimo encargo que por las presentes letras te cometemos. Te aconsejamos con fervor y te rogamos que no faltes en parte alguna 4 la gravedad de tan importante encargo, sinó que por el contrario penetrado del mas ardiente conato por procurar la mayor gloria de Divs y bien de las almas, hagas todo aquello que puedas hacer para fortificar la Religion y fomentar la piedad divina en aquellos lugares que por su estado y situacion parece que reclaman de un modo especial nuestra apostólica solicitud, y como'toda gracia escelente y todo don perfecto ha de descender desde arriba, del Padre de las luces, no cesaremos de rogar 3 Dios por tí en la humildad de muestro corazon, para que te dé la sabiduría celestial, y con ella te asista y te dirija: así, munido de todo le que juzgues que deba hacerse, y en todo lo que hagas, responderás 4 nuestros votos y promoverás mas y mas la gloria de Dios hasta en las remotas regiones de

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