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Año: 2003, Fallos: 326:1305 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina

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Por su parte, Marcelo Orlando Segal, que también dice haber presenciado el accidente, manifiesta que observó la marcha de "un patrullero en contramano sobre la calle Estrada y que había un colectivo estacionado en su parada en la intersección de las calles Villegas y Estrada". Agrega que el patrullero trató de eludirlo por que no pasaba y dobló hacia la calle Villegas haciendo una maniobra brusca, y que al realizarla impactó contra una bicicleta sobrela calle Villegas, que estaba esperando que pasara el tráfico. En este vehículo viajaban dos personas, "un señor mayor y una nena", la que salió despedida por la violencia dela colisión. Agrega que la calleEstrada es muy transitada y que por ella circulan varias líneas de vehículos colectivos.

El testigo Julio César González Pereyra reitera a fs. 310/312 lo sustancial de estas declaraciones y agrega un dato de relevancia para juzgar la conducta del móvil policial. Destaca la existencia de calles vecinasa Estrada, tales como Lincoln y Maipú, que corren paralelasa aquélla y en la misma dirección que la que tomó el patrullero las que nose traban con el tránsito" (fs. 311, pta. 19).

A su vez, Rubén Gustavo Ciancio —testigo ofrecido por las denandadas y que al igual que el anterior declaró en la causa penal— manifiesta que la bicideta estaba detenida en la esquina de Villegas y Estrada.

Que sobre esta última estaba detenido un colectivo, el cual creequeera delalínea 111, casi en la intersección con Villegas sobre la mano derecha; que vio entonces que se acercaba el patrullero en contramano y se tiró sobre el lado opuesto al que venía el colectivo, maniobra a raíz dela cual chocó con el abuelo y la nieta, que salió despedida. Agrega que Estrada no es avenida y es muy transitada (fs. 404/405).

4) Que en cuanto las declaraciones que obran en la causa penal agregada por cuerda einvocadas para exculpar al demandado Lafuente, resultan irrelevantes. En efecto, si bien afirman que el móvil pdlicial hacía sonar las sirenas y utilizaba las balizas, lo cierto es que la mayoría no presenció el accidente al que ubican "unas cuadras más arriba" (por ejemplo declaraciones de Gallichio, Michel, Rivas, Olivieri, Boggiano y Piarretti a fs. 46, 47, 49 y 174, 50, 51 y 52). También admiten no haber sido testigos presenciales Rivero, Diebra, Vidal, Barreiro, Ciuta y Quesada (fs. 60, 61, 63, 64, 66, 175 y 170). Conseauentemente, su conocimiento sobre las condiciones de la colisión emana de los dichos de terceros, como loreconocen. De este conjunto de exposiciones-literalmenteidénticas en su mayoría— puede señalarsela de Sergio Andrés Moccia, quien no obstante admitir encontrarsea 200 m

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Año: 2003, CSJN Fallos: 326:1305 
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