Año: 1971, Fallos: 275:381 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina

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haciendas, acordándole diversos plazos según la clase de cabezas de que se tratara, hasta un máximo de 90 días y se le comunicó que, a partir de mayo 5 de 1962, se le formularía cargo por pastaje, según inventario realizado en ese momento por el Instituto.

La actora formuló así el primer cargo, que llegó a la suma de mgn 2.368.339,81, importe al que agrega el de mgn 25.000, en concepto de las medidas sanitarias antes referidas y jornales abonados, todo lo cual totalizó la cantidad de m$n 2.493.339,81. cuyo pago intimó al demandado por telegrama del 31 de mayo de 1963. Tales importes cubrían el plazo transcurrido desde mayo de 1962 a febrero de 1963.

Reclama también por análogo concepto desde esta última fecha a julio de 1963 inclusive, todo lo que arroja en conjunto la suma de m$n 2.968.869,81 a la que agrega intereses desde la constitución en mora, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1963 y se obtiene así la cifra de m$n 3919.394 81, que se acrecienta con la de mgn 908.956 por intereses hasty el 30 de noviembre de 1967, con lo que se llega a los m$n. 4.828.351 a que alcanza la demanda, más intereses posteriores hasta el día del pago.

Al fundar su derecho, sostiene que reclama como consecuencia del pastoreo, al que califica de contrato innominado y regido por las normas aplicables a la locación de servicios. Agrega que, en cualquier caso, bastaría con invocar el enriquecimiento sin causa.

Corrido traslado de la demanda a fs. 15 vta., la contesta a fs.

120 el Dr. Benito Heller, en representación del demandado. Refiere los distintos contratos de arrendamiento que celebró con la dueña del campo, dos de ellos con opción de compra; recuerda la explotación intensiva y progresista a que lo sometía, así como los antecedentes que dieron lugar a la expropiación, a la que se opuso, y la demanda entablada contra la dueña por cumplimiento de la compraventa pactada. Alude a una serie de pleitos y antecedentes, de relativa importancia para la solución de este juicio. Coincide en las fechas de toma de posesión del campo por la provincia y de lanzamiento que indica la demanda.

Hace especial hincapié en que, al producirse tal desahucio, la actora conservó todas las mejoras del campo, incluso las pertenecientes al demandado, como también las haciendas que él tenía dentro de aquél. Destaca que no se practicó inventario de los animales, a pesar de haberlo exigido. Reconoce que un representante del Fisco provincial, presente en el acto, admitió la permanencia de los pues

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